El Grupo Sociedad Civil con el apoyo del ACNUR, la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados, en el marco de la Día Internacional de la mujer, presentaron una investigación sobre violencia sexual y femicidios como causas del desplazamiento forzado en Honduras.
La violencia en Honduras sigue manifestándose de manera desproporcionada para las niñas y las mujeres. Durante el 2020, fueron asesinadas más de 300 mujeres, sólo en el periodo de los siete meses que duró el confinamiento para prevenir la propagación del COVID. Según las cifras reportadas por Organizaciones de Mujeres y el Observatorio de la Violencia de la UNAH, cada 17 horas y 36 minutos, una mujer es asesinada y, en lo que va del 2021, se han registrado al menos 30 femicidios.
Honduras es, según datos de la Comisión Económica de América Latina y El Caribe, CEPAL, el segundo país con la tasa de feminicidios más alta de la región, con 5.1 por cada 100 mil habitantes. Tegucigalpa y San Pedro Sula, dos de las ciudades donde se focalizó la investigación “¿Es el desplazamiento forzado otro ejemplo de la violencia en Honduras?”, estuvieron entre las cinco ciudades más violentas de América Latina en los últimos años.
Este estudio cobra una relevancia significativa a la luz de estos hechos. Los hallazgos que se dieron a conocer hoy señalan que “el desplazamiento de las mujeres producido por las violencias contra ellas, por su género es real, y no solo el producto de sesgo en las publicaciones ilustradas y de diversos obstáculos metodológicos”.
A manera de ejemplo, una de las entrevistadas expresó que: “Muchos de los casos que atendemos tienen ese vinculo entre un femicidio y el desplazamiento… porque hay otra hija que esta en riesgo, o porque el temor que queda para el resto de la familia por el asesinato de la mujer, de la mama, de la hija es tan grande, que toda la familia teme ahora por su vida y tienen que huir”.
El estudio arroja al menos cuatro razones principales por las cuales las mujeres se ven obligadas a desplazarse:
1. Haber sido víctimas de graves violaciones de derechos humanos, ya que tienen más probabilidades de sufrir diversos tipos de violencia y de tener que desplazarse para salvar sus vidas.
2. Por asumir roles políticos en sus ciudades o colonias.
3. Por un vínculo familiar con un hombre que es objeto de venganza.
4. Por romper con los modelos de género impuestos por la sociedad.
Esta investigación es la tercera que Grupo Sociedad Civil realiza sobre el desplazamiento forzado. En 2018 realizó un estudio similar, focalizado en defensores de derechos humanos, mujeres y población LGTBI. Para el 2019 presentó otra sobre los mecanismos de protección con que cuentan las personas desplazas por razones de violencia.
Jessica Sánchez, Directora de Grupo Sociedad Civil, dijo que uno de los hallazgos más importantes de esta primera investigación, fue el hecho de que “la violencia basada en género era uno de los principales determinantes del desplazamiento forzado de las mujeres”.
Añadió también que: “pudo evidenciarse que las jefes de hogar y las defensoras de derechos humanos tenían mayores riesgos relacionados a la violencia intrafamiliar y pública; siendo la violencia sexual y el reclutamiento forzado los tipos de violencia con más prevalencia”.
Las personas LGTBI, por su parte, también tienen altos niveles de riesgos frente al desplazamiento a causa de la discriminación y los conflictos con sus familias y vecinos por su identidad de género y orientación sexual diversa.
Con estos primeros resultados, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) apoyó el proyecto “Creando capacidades para la resiliencia comunitaria con perspectiva de género frente al desplazamiento forzado”.
La investigación sobre violencia sexual y femicidios como causas del desplazamiento forzado que hoy se lanzó, y que se realizó a finales de 2020, tomó como información principal la que se generó por las organizaciones de la Comisión Interinstitucional para la Protección de las Personas Desplazadas por la Violencia (CIPPDV) y la Mesa de Mujeres Migrantes y Desplazadas que se dedican a dar seguimiento a este fenómeno, así como otras que analizan las causas de las violencias contra las mujeres. El informe se concentra en Tegucigalpa, San Pedro Sula, Choloma e Intibucá considerando la incidencia del feminicidio y el desplazamiento forzado en estos municipios así como la particularidad de población indígena y las barreras para el acceso a la justicia en este último.
María Gabriela Espinosa, oficial de protección del ACNUR resaltó: “El Alto Comisionado para los Refugiados, Filippo Grandi, ha reconocido que el desplazamiento, hoy en día, no sólo está mucho más extendido, sino que ya no es un fenómeno a corto plazo. También ha advertido en diferentes espacios que el ACNUR recibe cada vez más reportes sobre el incremento de violencias basada en género, ante lo que ha reiterado su compromiso de responder activamente ante esta realidad; ha profundizado en la responsabilidad que tiene el ACNUR de asegurar que distintas voces de mujeres y niñas sean escuchadas y se vean reflejadas en cada paso y en cada aspecto de nuestro trabajo. Lo que se ha alcanzado con esta investigación es precisamente un primer paso en este recorrido y sabemos que será una herramienta valiosa para ayudar a mejorar las condiciones de estas mujeres en el abordaje de las Instituciones y las Organizaciones encargadas de brindar protección a las desplazadas en Honduras”.
Para leer el estudio completo descárguelo aquí.
Comentarios recientes